Vergel: entre la vida y la muerte, poesía
Hay muchas maneras de contar un duelo en cine. Kris Niklison (actriz, coreógrafa y directora de teatro que vivió durante años en Holanda, y trabajó con artistas de la talla de Peter Greenway y Dario Fo) encontró una muy singular, definitivamente propia.
El duelo que atraviesa la protagonista de esta historia -una mujer brasileña que sufre la sorpresiva muerte de su esposo en plenas vacaciones- está cargado de confusión, nostalgia y melancolía, y la película logra transmitir con mucha eficacia cada una de esas sensaciones.
Anclada en Buenos Aires, la flamante viuda debe tolerar con templanza el peso de la burocracia judicial para conseguir que trasladen el cuerpo a su país de origen. El objetivo no es fácil, dadas las circunstancias. Sensible y notoriamente vulnerable, encuentra sin embargo un remanso emocional en la relación erótica con una vecina encargada de regar las plantas que ocupan el balcón del departamento que ha alquilado temporalmente.
Más que el desarrollo y el peso de las situaciones, Vergel se apoya en los climas y los estados. Su bella deriva poética seduce gracias a un trabajo de puesta en escena virtuoso, potenciado por la sutileza y el poder de sugestión de dos muy buenas actrices (Camila Morgado y Maricel Álvarez), capaces de crear juntas una felicidad dulce, intensa y efímera que apaga, al menos por un rato, un dolor inesperado.