Vértigo ofrece una adición decente a los thrillers protagonizados por alpinistas que después de tantos años todavía encuentra sus clásicos imbatibles en The Eiger Sanction (dirigida por Clint Eastwood) y Riesgo total, con Sylvester Stallone.
En este caso nos encontramos con una producción clase B de bajo presupuesto que desarrolla un espectáculo entretenido a través de un conflicto sencillo. Una alpinista retirada, tras un accidente en una montaña donde murió su marido, decide retomar la actividad para recuperar la confianza en sí misma.
El objetivo que buscan completar junto a una amiga es una torre de radio de 600 metros de altura ubicada en el desierto de Mojave, en California. El acenso lo consiguen con facilidad pero la escalera que les permitía movilizarse luego desaparece a raíz de un accidente y las protagonistas quedan atrapadas en la cima.
A partir de esa premisa el director Scott Man elabora un thrille que le hace justicia al título y consigue mantener el suspenso hasta el final. El guión de Man no está exento de clichés dramáticos y algunas situaciones inverosímiles que demandan la indulgencia del público en pos del entretenimiento pochoclero.
Pese a todo, si las comparamos con Límite vertical, de Martin Campbell, Vértigo es un documental de ESPN. Las secuencias de acción son muy buenas y sobresalen las interpretaciones de Grace Caroline Currey (la Mary Marvel de Shazam) y Virginia Gardner (Halloween), quienes resultan convincentes como las sufridas alpinistas.
La película se desinfla un poco en el tramo final producto de una resolución perezosa pero hasta esos últimos instantes el suspenso es muy efectivo. Debido a las características de la propuesta Vértigo es ideal para ser disfrutada en una pantalla de cine donde se intensifica la experiencia.