Saturación de fórmula
Nunca entenderemos como un título tan bueno como V/H/S se tradujo acá como Las crónicas del miedo. Más fácil es entender que un film de cierto éxito y bajo presupuesto tenga ahora una secuela: Las crónicas del miedo 2.
La película, que pertenece al casi completamente agotado género de "película encontrada" incluye, obviamente, gran cantidad de material filmado de esta manera. Con algunas licencias poéticas y con muchos disparates estéticos, la película avanza, una vez más. Partiendo de la historia de dos investigadores que persiguen la pista de un joven desaparecido, la película coloca a estos dos personajes frente a una pila de cassettes que incluyen las historias que conforman el film. Estas historias son distintas entre sí y proporcionan la convivencia de diferentes tipos de historias terroríficas. Pero la estética del relato está tan forzada que es verdaderamente cansador seguir esa cámara nerviosa. Las películas de este género suelen ser, y Las crónicas del miedo no son la excepción, feas. Hay planos muy feos, movimientos de cámara horribles, encuadres torpes, situaciones demasiado forzadas que atentan contra la tolerancia del espectador. Para peor, el sonido no es utilizado de forma interesante, sino como una constante ametralladora de efectos que intentan ayudar a que el espectador se asuste. Sí, hay cierto margen para la sorpresa en la película, porque son varias las historias, pero el género ha encontrado su punto de saturación. La moda iniciada por El proyecto Blair Witch (1999) y que alcanzó su mejor momento con Cloverfield (2008) y Poder sin límites (2012) ya debería dejarnos descansar un tiempo. Las crónicas del miedo 2 es la prueba de ello.