En el 2008 se estrenó Viaje al Centro de la Tierra 3D en un momento en que el formato de tres dimensiones todavía no estaba instalado en Argentina y recién empezaba a resurgir con fuerza en Estados Unidos.
La película con Brendan Fraser era una decente aventura familiar que al exhibirla en 2D se perdíó por completo su atractivo, ya que había sido filmada para ser disfrutada con los anteojitos.
Hoy esa situación cambió por completo y Viaje se puede ver como corresponde.
Esta continuación que se estrena esta semana es una película superior al film anterior en varios aspectos.
Por una cuestión de agenda personal Fraser no pudo ser parte de esta secuela y los productores cambiaron todo el reparto, con excepción de Josh Hutcherson, quien es el único miembro del elenco original que regresó para esta nueva historia.
Creo que la clave del éxito de este film pasa por dos elementos concretos.
En primer lugar armaron un muy buen reparto con excelentes actores como Michael Caine y Luis Guzmán que son dos monstruos de la actuación todo terreno que te reman cualquier cosa que hagan y ellos siempre quedan bien parados con su labor.
Además sumaron a The Rock, quien siempre hace el mismo papel y todo sabemos que no es un egresado del Actor´s Studio, pero el tipo es muy carismático y le pone onda a los personajes que interpreta.
Los tres actores conformaron un buen equipo y un elenco más fuerte que el film anterior, donde la única figura que se destacaba era Brendan Fraser.
Lo interesante de estos filmes es que de manera sutil y sin llegar a la predica literaria, rescatan la magia de la obra de Julio Verne y la transmiten a una nueva generación a través de una historia original que toma elementos de sus novelas. Acá los libros también son parte del misterio y te dejan con las ganas de saber más sobre las historias y personajes a los que se hacen referencia.
Creo que estas dos películas hicieron más por la difusión de Verne que muchas adaptaciones cinematográficas de sus obras filmadas en el pasado.
Otro aspecto importante es que en este caso contaron con un mayor presupuesto y los efectos especiales son claramente superiores. Toda la geografía de la Isla Misteriosa es deslumbrante y el director Brad Peyton le sacó el jugo a las tres dimensiones con muy buenas secuencias de acción como el bizarro vuelo de las abejas gigantes, que son divertidas de ver.
La narración de Peyton mantiene en constante movimiento a los personajes y el desarrollo del conflicto y la verdad que como propuesta familiar de aventuras no se le puede objetar mucho porque es un film decente y bien hecho para el público infantil.
Puro escapismo pochoclero que resulta totalmente recomendable si se busca una buena opción familiar para pasarla bien con los chicos.