Pino Solanas tiene una extensa carrera como cineasta, y un gran compromiso en defensa de los débiles y los oprimidos. Ha dedicado un considerable tiempo a acompañar sus reclamos y enmarca su cine, dentro de parámetros de investigación serios, con testimonios y presencia en los territorios en donde suceden los hechos.
"Viaje a los pueblos fumigados" continúa en esa línea de poner voz a los que no la tienen, alertando sobre el uso indiscriminado de agroquímicos en nuestras tierras, (con el objeto de garantizar más resistencia de los cultivos frente a las plagas y obtener mayor rentabilidad) sin tener en cuenta mínimas medidas de cuidado con la población.
Ya sea la del lugar donde se fumiga, o la ausencia de controles para la producción de alimentos donde se encuentra la soja, el centro de este documental.
Sabemos que este cultivo, ha sido desde la década pasada, el sostén principal de la economía argentina (sino recuerden la "125"). La cuestión es que al compás de esa avidez por sostenerse en el negocio exportador a cualquier precio, se han desarrollado estrategias de fumigado extremo, con productos altamente nocivos para el ambiente humano.
Y todo eso, probablemente, con complicidad (por no controlar como corresponde, sin ir más lejos) de los organismos oficiales.
Se sabe que los empresarios buscan rentabilidad y no se detienen frente a nada. Pero lo grave, dentro de lo que se presente en este documental, es que desde el Estado, no hay mecanismos que penalicen y marquen una línea clara sobre el cuidado de la población.
Agua y tierras contaminadas, productos que se integran a las mesas argentinas sin los controles necesarios, pueblos originarios heridos de muerte por este accionar, dolor y ausencia de quien debe velar por nuestros intereses.
Solanas hace lo que sabe bien, explica con registro didáctico y se anima a participar de experiencias en el campo, con entusiasmo y compromiso.
Alerta con claridad sobre los riesgos de esto que presenta y logra transmitir una severa preocupación sobre el estado de la situación de nuestros hermanos aborígenes, en los territorios wichis y otros, donde no se respeta el derecho a la salud en ninguna circunstancia.
"Viaje a los pueblos fumigados" se enmarca dentro de los documentales que todos deberíamos ver, para exigirle al Estado acciones concretas, de defensa y cuidado de nuestras tierras y cultivos.