La heroicidad de las bases.
En Argentina el deterioro de la distribución de la riqueza se fue profundizando a lo largo de un periplo que comenzó con el tercer gobierno peronista, atravesó la dictadura genocida y los primeros años de democracia, y alcanzó su solidificación durante el menemismo y el kirchnerismo. Los sueldos de la industria automotriz pasaron de superar el 40% de la torta total del rubro en el auge del proceso de sustitución de importaciones (iniciado por Arturo Frondizi durante su presidencia) al mísero 4% de la actualidad (en medio de un contexto caracterizado por una precarización laboral amparada por el estado y un abandono de los trabajadores por parte de sindicatos controlados por una burocracia hueca y muy cobarde).