En un departamento viven una madre con su hija. La joven Leonor tiene 20 años y trabaja como planchadora en un taller de costuras, su madre Estrella (Lola Dueñas, “Hable con ella”. Nos ofrece una vez más una actuación sublime), se desempeñó como costurera. El conflicto salta cuando Leonor (Anna Castillo, “El olivo”. Muy buena interpretación) siente la necesidad independizarse y buscar otros horizonte, pero el problema está que no puede dejar a su madre viuda, esta mujer se sentirá muy sola y sufrirá el llamado nido vacío.
La joven sale con sus amigas, tiene sueños, inquietudes, se siente cansada de respirar siempre lo mismo y su madre siempre está pendiente de su hija, sus días transcurren en un departamento donde las vemos muy unidas sin poder cortar el cordón umbilical pero inevitablemente eso va a suceder y ellas lo saben. El film se encuentra muy bien narrado para hablarnos de los vínculos en este caso entre una madre y su hija. La cinta está llena de matices, detalles, tensiones y buenos planos. Es encantadora, tierna y te lleva a la reflexión y al debate que en definitiva es lo que aporta algo.