De lo banal a lo profundo No pude ver Viaje sentimental durante el último BAFICI, pero la poca gente la "enganchó" (tuvo muy pocas pasadas y escasa difusión) me la había recomendado. Ocho meses más tarde, este nuevo trabajo de la directora de Vagón fumador y Agua llega al MALBA en "compañía" de Apuntes para una biografía imaginaria, ensayo también personal de Edgardo Cozarinsky (ver aquí). Imposible pensar en un mejor doble programa. Quienes vayan al MALBA este domingo 5/12 podrán disfrutar además de una charla entre ambos directores (que a pesar de las diferencias generacionales, estéticas y formativas tienen más de un punto en común, además de profesarse admiración mutua) a realizarse a las 18.15, una vez que haya terminado Viaje sentimental y antes de que comience Apuntes... El viaje sentimental de Chen arranca en una habitación de hotel (como tantas) en Rotterdam. Lo que sigue es una sucesión de fotos (y luego de imágenes en movimiento) y de frases (en forma de subtítulos) de la directora en la que va exponiendo sus viviencias, sus recuerdos, sus miedos, sus contradicciones y las más diveersas elucubraciones. Si al principio la cosa parece bastante banal, con el correr del relato la cosa se va poniendo cada vez más íntima, jugada y emotiva, especialmente cuando las experiencias no sólo se remiten al típico diario de viaje o a las anécdotas con amigos de todo el mundo sino que se sumergen también en su propia y conflictiva historia familiar. Entre el cine "hotelero" de Sofia Coppola y la home-movie a-la-Tarnation, Chen construye con un puñado de fotos, imágenes caseras, frases y canciones (excelente la selección musical con temas de Washington, Maria Solheim, Electrocutango, Minor Majority y The Margarets) una película artesanal (con una producción casi limitada a una camarita y a una computadora personales) pero no por eso menos arriesgada, profunda, bella y sentida. Un film que no tiene (ni pretende tener) nada demasiado excepcional, pero que reulta auténticamente personal en su trabajo sobre la memoria y decididamente modélico dentro de ese cine independiente del "hágalo usted mismo".
Imágenes Paganas Los domingos de diciembre a las 17.00 hs malba.cine presenta el último trabajo de Verónica Chen (Vagón fumador, Agua). El mismo está construido a partir de un collage de fotografías e imágenes que la propia directora tomó durante los viajes que realizó en el periodo comprendido entre 1998-2008 y que conforman una especie de autobiografía cinematográfica Trabajo experimentales el que propone Viaje Sentimental (2010) cuyo eje es un compendio de fotografías de diferentes ciudades y lugares del mundo pero que no remiten a un mero diario de viaje sino más bien a un estado personal, funcionando como la excusa perfecta para narrar un tramo de la vida nómade de una cineasta que supo conseguir un estilo tan propio como universal en su corta pero no por eso improvisada carrera. Verónica Chen trabaja desde dos planos diferentes y que rara vez encuentran una cohesión lineal. El plano visual compuesto por fotografías enlazadas entre sí y sólo algunas imágenes en movimiento sobre los minutos finalesl, ambas son acompañadas por intertítulos que funcionan como un narrador omnipresente que va articulando la trama. El plano sonoro está compuesto por algunos ruidos ambientales o no, que en muchas ocasiones nada tienen que ver con las imágenes o resulta imposible asociar y un soundtrack de temas musicales que además de tener un significado personal le otorgan movimiento a la esteticidad visual amenizando la quietud de las imágenes. Roma, París, China, Rotterdam, Ámsterdam, Pinamar, son solo espacios que la directora utiliza visualmente como hilo conductor para adentrarnos en su propia historia. La muerte, al amor, el éxito, el fracaso, la pérdida y el olvido son temas e inquietudes que la atravesaron en ese lapsus de tiempo y que las imágenes sirven como excusa perfecta para permitir exteriorizar los sentimientos que la aquejaban. En los pocos más de 60 minutos que dura el film Chen nos conduce por diferentes partes del planeta sin ningún tipo de conexión ni linealidad narrativa lo que convierte a Viaje Sentimental en el más puro y subjetivo de los ensayos fílmicos. Una experiencia tan personal como catártica que pone al espectador como receptor de las vivencias de una artista capaz de convertir en bello lo efímero y banal de un mundo en donde cada vez resulta más difícil encontrar belleza. Anímese a realizar este viaje sentimental.