En Viajo Sola, Irene tiene un trabajo fantástico y antipático. Es la huésped misteriosa, espía, inspectora de hoteles de lujo que califica y dictamina cuántas estrellas son dignos de ostentar. Una mujer elegante que viaja y se hospeda, sola, en lugares idílicos calibrando el olor de las sábanas o la perfección en la atención al cliente.
La directora María Sole Tognazzi, hija del comediante Ugo Tognazzi, filma con medios tonos que deja en primer plano el ir y venir de esta mujer, casi como una crónica seca de la vida moderna, simbolizada por esos espacios lujosos, acogedores y provisionales que son los grandes hoteles. Sutil, elegante y atrapante, se mantiene en una tibieza que no dejará huellas, pero que sí se ve con sostenido interés.