Vicenta

Crítica de Mercedes Orden - Revista La Tierra Quema

El álbum de la familia se abre. Las fotos sirven a modo de presentación. Allí están Laura y Valeria, su padre que nunca las quiso -con la cara borrada- y la madre, Vicenta, quien empuja este relato. Ella trabaja limpiando otras casas, además de la suya, y vive junto a su hija menor en un barrio humilde. Laura, de diecinueve años, tiene un retraso madurativo. “Crece y no crece”, dice la voz en off, interpretada por la cantante Liliana Herrero. La cadencia de las palabras transmite la paciencia y el amor con el que esta madre cría a su hija, y asimismo el cansancio y la impotencia que generan un conjunto de instituciones con ideas obsoletas y burocracias que enlentecen asuntos de carácter urgente.