Cuando el detective privado de la ex esposa del Doc Sportello inesperadamente aparece con un cuento sobre su actual novio multimillonario y promotor inmobiliario - del cual se enamora por casualidad - y además con un plan de su esposa y el novio de ésta para secuestrar a este multimillonario y tirarlo en un hospital psiquiátrico…bueno, es fácil decirlo para ella. Es el final de los psicodélicos sesenta y la paranoia está a la orden del día y Doc sabe que el “amor” es otra de esas palabras que están de moda, como “pegarse un viaje” o “estupendo,” cuyo uso ya es excesivo—salvo la palabra “amor” que generalmente trae problemas.