Rara y con esa incomodidad constante que es sello de PTA más unos gramos de “The Big Lebowski” y “Fear And Loathing In Las Vegas” pero conservando el espíritu de la novela de Pynchon que relataba -no sin melancolía- el fin de una era y porque no, de una ideología. No es solamente un film, es un experiencia de los sentidos donde la trama es una excusa para acompañar al personaje de Phoenix mientras ve su mundo morir. Humo en los pulmones y alcohol en el higado. Cruda y volada. Noir en colores.