En “Víctimas de Tangalanga” (Argentina, 2016) de Diego Recalde, asistimos a una pesquisa realizada por el director, para poder encontrar a algunos de los 400 incautos que cayeron en las redes del humorista Julio Victorio de Rissio.
De Rissio, mejor conocido como el Dr. Tangalanga, que supo hacer de un llamado telefónico un encuentro hacia lo inesperado por aquel que levantaba la comunicación, y lo dotó de una notoriedad hasta el punto de participar en programas de gran rating (“Peor es nada”) que aumentaron su popularidad..
Recalde, además de Tangalanga, es el otro protagonista de “Víctimas de Tangalanga”, exhibiéndose delante de la cámara, no sólo como un investigador, sino como un fanático más que apela a su conocimiento de cada una de las comunicaciones para poder dar con el paradero de las “víctimas” particulares del Dr.
El filme está dividido por separadores que presentan el llamado y la vícitima, y en cada segmento la búsqueda de éste último, es el motor de la narración a partir de los inconvenientes de encontrar a las víctimas, y de la habilidad de Recalde para llevar con dinamismo el relato.
Así, si por ejemplo intenta dar con el protagonistas del llamado a un lubricentro, intentará recrear la comunicación con imágenes estáticas del que recibió el llamado (en la actualidad) y fotos de de Rissio en diferentes lugares.
Ese recurso, se va afinando a medida que avanza la pesquisa, y hasta se potencia, desde el humor, cuando dos inodoros dialogan en una comunicación que tiene a un plomero como protagonista.
La cámara en mano, los obstáculos encontrados en cada una de las búsquedas, envisten al documental de un verosímil relacionado con la investigación potente e ineludible.
Cada nueva “victima” va a aportando información sobre Tangalanga, como así también su particular mirada de aquello que les hizo, y en algunos casos, y ahí es donde “Víctimas de Tangalanga” trasciende la anécdota, se recorre la historia Argentina y se introducen relatos sobre la humanidad de los mismos.
Si de Rissio comenzó sus llamados para ayudar a un amigo suyo (Sixto) con algún problema de salud, o si las “victimas” eran sugeridas por celebridades como Luis Alberto Spinetta, son datos de color que suman a construir el ágil relato, como así también la incorporación de los testimonios de personalidades del espectáculo y el periodismos que aportan su particular mirada sobre el humorista.
Hacia el final la nieta suma más detalles y le brinda una herramienta esencial a Recalde para la posible continuidad de la historia, la que con un “continuará” advierte sobre la no conclusión de este recorrido, un viaje hacia los mecanismos del humor, de la sorpresa, y del ingenio.
"Victimas de Tangalanga" se estrena el 6 de agosto a las 00 en Hoyts Abasto