Una adaptación más del clásico de Mary Shelley al cine, pero ahora con la idea de moda de Hollywood de revitalizar y modernizar las historias. Con eso, la clásica historia de Frankenstein tiene una libre interpretación y con derecho a muchas modificaciones. Infelizmente como muchas de esas producciones parece más una idea de crear la película porque si, que realmente crear algo nuevo e innovador.
La principal modificación es que a pesar de que la película se llama Victor Frankenstein (James McAvoy) la historia es toda contada y sobre la óptica del jorobado Igor (Daniel Radcliffe). Esa idea talvez sea la única realmente nueva en el film, irónicamente viniendo de un personaje que ni estaba en el libro, introducido en 1931. El personaje se destaca e inclusive gana un historia de origen. El famoso Igor Begins, tiene su mérito, pero fue hecha con extremos clichés y muy caricaturizada, hasta con derecho a romance en el medio. La óptica de como fue creada la amistad o mismo el compromiso que Igor tiene para con Victor es un punto positivo, Desafortunadamente el exagerado excentricismo que le pusieron al personaje del título termina perdiendo un poco la magia del personaje, confundiendo lo que debería ser la locura de doctor con apenas exageraciones de miradas y risas.
Las actuaciones son correctas, un poco exagerado de parte de James McAvoy, como ya expliqué arriba. Daniel siempre buscando papeles que sean distintos de la saga de Harry Potter, pero el guion no lo ayuda mucho. En la parte de design y efectos son todos correctos, tal vez destacando al mostro en si. Me gustó el design y la proporción del mismo. La atmósfera oscura y con un toque de gore ayuda un poco en el universo que acá es retractado.
La trama tiene inumerables problemas más, desde el errado cuento romántico que comenté arriba hasta el cuestionamiento religioso, conflictos morales controvertidos, el rico villano que tiene su propia agenda, y además algunos problemas familiares contados en flashback totalmente fuera de lugar y que no acrescenta en nada, sólo con la idea de poner un motivo “plausible “para que Victor quiera crear su mostruo. Con un final que da la idea de una futura franquicia sólo suma puntos negativos a la película.
Creo que el gran error que asola las producciones de Hollywood de hoy es la necesidad casi enfermiza de que todo tiene que ser explicado y mostrado en tantos detalles, que lo único que falta decirnos es que como somos tan burros necesitamos un manual para ver las películas. Eso está sacando toda la perspicacia que las películas deberían tener.