Hay dos cosas buenas que mantienen la atención en esta nueva película del director Stephen Frears (responsable de Alta fidelidad, Philomena, entre otras). Las dos son establecidas en el prólogo y continúan durante el resto de la historia.
En aquel comienzo se establece cómo va a ser la relación entre los dos personajes principales. No importa cuán bien se lleven los protagonistas, ni cuánto se respeten, o se quieran y se entiendan, la reina siempre va a ser más importante que un indio/musulmán, algo que se confirma en los títulos donde aparece el nombre en árabe del protagonista masculino y luego en ingles el de ella, razón por la que esta película funciona.
Judi Dench es una gran actriz con una larga y exitosa trayectoria con títulos como Chocolat (2000), Shakespeare in love (1999), y las últimas películas de la saga de James Bond. Ella logra transmitir todas las emociones de su personaje y es quien opaca a los demás actores que cumplen convincentemente su función dentro de esta historia. Eso mismo parece entender su director, que en más de una ocasión, confía lo suficiente en ella como para dejar que sostenga el plano por si sola.
Lo interesante del personaje de Ali Fazal como Abdul es que a simple vista es un personaje mucho más superficial que el de Judi Dench pero el guion, a cargo de Lee Hall, se encarga de darle una personalidad ambigua, ¿todo lo que hace es por cariño a ella o tiene una agenda secreta?
El resto de la película es una comedia simpática/boba con chistes que el director tiene que explicar y cuyos dardos van más hacia la cultura árabe/india que a la británica. Resulta llamativo que dentro de este contexto haya una escena en que uno de los personajes musulmanes tenga un diálogo en que profetice el odio de de este pais a Inglaterra.
Stephen Frears utiliza esta película simpática para hablar de muchas cosas que ocurren hoy en día en el mundo y en relación con estos dos países, porque entiende que el cine de entretenimiento es campo para insertar ideas sobre la sociedad y los problemas que acarrean y se callan.