Tras el deseo perdido
Victoria Spick es una joven abogada, tiene dos hijas, una casa desordenada, se le complica encontrar niñera, está divorciada y su ex marido es un escritor que a través de un blog cuenta intimidades de ella con nombre y apellido. Además, un amigo con problemas de pareja la involucra en un juicio absurdo, donde hay perros y monos de testigos. Pero eso no es todo, porque lo que realmente preocupa a Victoria (la bella Virginie Efira) es su libido.
Con mirada femenina, la directora francesa Justine Triet se ocupa de retratar lo difícil que es encontrar con quien tener sexo y reconectarse con el deseo, entre citas vía Internet que salen mal, borrachos que se le acercan en fiestas y aburridos que filosofan toda la noche sobre el Big Bang. La protagonista buscará respuestas en psicólogos, psiquiatras, videntes y hasta se hace acupuntura, sin saber que la clave está frente a sus ojos.
"Victoria" ("y el sexo", un agregado al título original) es una comedia romántica que pone de manifiesto lo estresante y absurda que puede ser la vida moderna, entre los parámetros y las exigencias del éxito y la belleza impuestos, y la aceptación sincera del otro y de uno mismo tal cual somos.