Viejos

Crítica de Ignacio Dunand - El Destape

Un cuento macabro que saca lo mejor y lo peor de M. Night Shyamalan

El amado y odiado director de cine indio estadounidense estrenó un largometraje con planteos metafísicos interesantes pero con un deplorable trabajo de diálogos. Una vez más, la grieta se abrió en el universo Shyamalan.

Viejos parte de una idea original cuyo planteo es atractivo y, en opinión de quien escribe, se posiciona entre lo mejor de estos últimos años fílmicos de M. Night Shyamalan, que viene con una racha de fracasos estrepitosos. Aún así el director indio estadounidene repite "viejos" (¡Ja!) y clásicos errores típicos de su estilo, como los finales poco convincentes que contribuyen al disgusto de más de un cinéfilo.

Basándose en la escalofriante novela gráfica Sandcastle (Castillo de arena), de Frederick Peeters y Pierre-Oscar Levy, Viejos es la historia de una familia que, durante unas vacaciones, opta por pasar un tiempo en un paraíso tropical. Sin embargo,pronto descubrirán que aquella playa lejana, en la que sólo proyectaban pasar unas horas de relajación, comienza a hacerles envejecer con gran rapidez, al grado de reducir la vida de todos a una cuestión de horas.

Tras 15 innecesarios minutos de presentación se desata el misterio y la película se vuelve condenadamente adictiva pese a los bobos (no hay un adjetivo más liviano para calificarlos) diálogos entre los personajes de esta pesadilla veraniega. Conocedor inteligente de su audiencia, Shyamalan sabe utilizar sus recursos visuales y de filmación para generar tensión y provocar reacciones intensas. Y parecía que en sus manos, una idea así daría como resultado una gema fantástica de terror psicológico; el resultado divierte pero es bastante tibio.

Viejos es tan extraña que se vuelve algo difícil de recomendar con fervor porque no encaja en ningún género. La inconsistente resolución diluye toda muestra de inquietud que se construyó en las casi dos horas de película, reafirmando los graves problemas del director para cerrar sus historias de manera efectiva. Si de polémicas de amor y odio en el cine se trata, M. Night Shyamalan es el rey de las grietas.