Los demonios también están en casa
En un mundo post-apocaliptico, Paul (Joel Edgerton) es un padre que vive en una casa fuera de la ciudad con su esposa Sarah (Carmen Ejogo) y su hijo Travis (Kelvin Harrison Jr.). Una llegada imprevista cambiará la vida de la familia y expondrá a Paul a hacer lo necesario para proteger a sus seres queridos.
Viene de noche, con una producción chica en cuanto al reparto y escenarios, exhibe una historia vibrante y dramática. Desde la primera escena se presenta como será en todo su desarrollo: dura, concisa y emocionalmente desequilibrada. Trey Shults en su doble labor como director-guionista recrea un ambiente tan humano y realista como hostil para los protagonistas. Su intento de continuar con la moral, ética, principios y leyes de otros tiempos serán opuestos a la realidad que hoy les toca vivir, en un mundo apocalíptico y sin límites.
El gran pulso narrativo del director desentrañará, a medida que se desarrolla el film, las inquietudes contradicciones de Travis (Kelvin Harrison Jr.), un adolescente que padecerá este cambio radical del mundo con sus propios conflictos internos para aceptarlo. Viene de noche se aferra en las emociones y las relaciones humanas en una película que sale de escena con lo que generalmente ocurre en el género: el enemigo hostil, exterior o villano no radica en algo o alguien excepcional, difícil de explicar o mantener. El propio ser humano, sus miedos, paranoia y necesidad de control frente a lo que desconoce o atemoriza será el principal factor que movilice la película.
La fotografía de Drew Daniels como el aparato sonoro de Brian McOmber trabajan en la misma senda recreando un ambiente angustiante, vibriante y paulatino en tensión. Junto a ellos, Shults propone una estética contenida y cuidada para dotar a cada escenario de una presencia diferente, tanto en ambientes más cálidos y seguros como la casa o lo adverso y desconocido con el bosque y lo que no conocen.
Joel Edgerton comprendió la escena y el marco que mueve la obra. Su personaje está a la altura de las circunstancias y no dudará un segundo en anteponer a su familia frente a cualquier otra cosa que los exponga a una situación de peligro, sin medir ningún tipo de consecuencias. Sí Kelvin Harrison Jr. manifiesta la parte joven, ingenua y más vulnerable de la psicología humana, Edgerton expone al ser humano más curtido, impenetrable pero no así menos doloroso. Un dolor que nunca podría ser visible ni llegar a la superficie, ya que la supervivencia de su familia se sostiene sobre sus hombros.
Viene de noche trata sobre la contradicción de hacer lo correcto cuando tal vez no sea la mejor opción. En esa zona gris los personajes coquetean, son felices y se lastiman mientras caminan por un escenario sin reglas ni leyes, en una sociedad que perdió su civilización. En su afán de continuar con su código moral y ético y solidario, el dolor y el drama frente a la impredecible expondrán a la familia en un conflicto que no tendrá buenas consecuencias para nadie.