Un thriller perturbador sobre la paranoia y la locura que se adueña de una familia aislada de una amenaza sobrenatural. Terror y violencia en un film que sale de los cánones del género.
Encerrada y aislada de un mundo que se destruye ante una amenaza sobrenatural, una familia permanece en una vieja casa en medio del bosque. Cualquier aficionado al cine de terror adivinaría rápidamente lo que sigue en una película convencional, pero en Viene de noche, las cosas no son como parecen.
Dando un giro interesante a los relatos del género y logrando un clima asfixiante y envolvente que cambia a cada segundo, el director Trey Edward Shults apuesta a un thriller oscuro y perturbador sobre la desintegración de la familia.
Ya desde el inquietante comienzo, el espectador se encuentra con personajes que salen con máscaras para no respirar el aire denso que arrastra el contagio seguro. Paul -Joel Edgerton-, el estricto padre de familia, está acompañado por su esposa Sarah -Carmen Ejogo- y el hijo adolescente Travis -Kelvin Harrison-. Ellos viven encerrados junto a su perro, pero la llegada de una joven pareja -Christopher Abbott y Riley Keough- con su pequeño hijo, escapando también de una amenaza terrorífica, los obliga a convivir en la cabaña que mantiene sus propias reglas y sobrevivir con poca comida, generando una atmósfera de desconfianza entre los que viven y los recién llegados. En Viene de noche el terror nace en la intimidad del hogar y hace que el mal que viene de afuera sea un juego de niños.
Con este planteo, el refugio se convierte en un lugar tan inseguro que hace tambalear a todos los personajes en su búsqueda de un lugar para vivir en paz. Entre una presencia fantasmagórica que se pasea por el bosque, sonidos extraños, puertas que se intentan abrir y una conexión que existe entre el joven afroamericano Travis y el abuelo recientemente contagiado y fallecido, son las constantes de esta propuesta diferente, que juega con la atmósfera de nerviosismo y violencia extrema de manera efectiva antes que preocuparse en dar respuestas y explicaciones durante toda la historia.
El resultado es una película atípica que funciona por el excelente desempeño de Joel Edgerton, que con arma en mano, logra transmitir la locura que se va generando en ese ámbito donde el miedo es silencioso pero se siente.