El ritual del casamiento
Vigilia en Agosto (2019) es una película cordobesa dramática que constituye la ópera prima de Luis María Mercado, el cual la filmó en Oncativo (su ciudad natal) durante 2017. Protagonizada por Rita Pauls (Adriana Puccio en Historia de un Clan), el reparto se completa con María Fiorentino, Maximiliano Bini, Michel Noher, Eva Bianco, entre otros. La cinta participó en la competencia oficial del Festival de Málaga: Cine en Español, como también estuvo presente en el BAFICI dentro de la Sección de Derechos Humanos.
En un pequeño pueblo rural agroindustrial, a la joven Magda (Rita Pauls) le quedan pocos días para casarse con su prometido Marcelo (Maximiliano Bini). Con los preparativos en marcha, tanto los vecinos como los familiares se encuentran expectantes por la que será “la fiesta del año”. No obstante esos días previos Magda será testigo de varias situaciones muy raras, algunas de las cuales tienen como eje a su novio y otras le pasarán factura en su propio cuerpo. De todas maneras, la esperada boda debe llevarse a cabo cueste lo que cueste.
En su debut cinematográfico, Luis María Mercado nos sumerge en las tradiciones tan establecidas que tienen los pueblos en cuanto a un evento importante, en este caso el de un casamiento. Murmullos, secretos, el esfuerzo por aparentar y la presión tanto familiar como local se hacen presentes en la vida de Magdalena, una chica que se encuentra en un estado de confusión e incomodidad total.
Es gracias a la actuación de Rita Pauls, la cual también hace su debut protagónico, que el espectador puede ir captando qué es lo que el director nos quiere contar. Magda no expresa lo que le pasa por la cabeza en voz alta, pero solo con ver su mirada o expresiones faciales nos damos cuenta que no está para nada a gusto con la ceremonia que se aproxima y todo lo que ésta conlleva. Paso a paso, Mercado va llevando a su protagonista a un panorama sumamente asfixiante que hasta llega a contar con tintes de terror muy bien manejados.
Desde el comienzo la película cuenta con una rareza especial e inexplicable, una en la que se requiere que el espectador asocie por sí mismo lo que está pasando en pantalla ya que nada está servido en bandeja ni sobre explicado. Por este motivo Vigilia en Agosto no es un filme que va a ser aceptado por todos, en especial porque varias cuestiones quedan sin desarrollarse para que cada uno saque sus propias conclusiones.
Con una atmósfera turbia bien lograda de principio a fin, Vigilia en Agosto otorga una fructífera representación de lo que es convivir en un ambiente lleno de negatividad, cotilleos y envidia, con personas que esconden lo que verdaderamente son. Con una protagonista que no toma las riendas de su propia vida por lo difícil que resulta ir contra lo que desea su familia, la película nos invita a reflexionar sobre un lado poco explorado del casamiento, uno que es oscuro, fingido y para nada bonito.