Producida por Salamanca Cine, con guion y dirección de Silvina Szperling, responsable del Festival Videodanza de Buenos Aires, llega a nuestra cartelera el documental, sobre la vida artística de Patricia Stokoe, fundadora de la Expresión Corporal. En las pantallas del cine Gaumont pudimos disfrutar acerca de este acercamiento a la trayectoria emprendida por la bailarina y pedagoga, nacida en Buenos Aires en 1919, falleciendo en Bariloche, en 1996. Enteramente realizada en pandemia, “Vikinga” recurre a cuantioso material de archivo, consistente de fotografías personales y diversos recuerdos pertenecientes a la coreógrafa, así como a videos de archivos noticiarios que datan de la década del ’90. Allí hay recuerdos vivos. Beneficioso resulta el testimonio y retrato brindado en diversas publicaciones; pronto la figura comienza a cobrar forma, en manos de una directora de prolífico rodaje en el mundo del cortometraje, y que también complementa su labor profesional mediante tareas de investigación y docencia. Mediante el retrato logrado observaremos una personalidad femenina sumamente poderosa, dueña de una gran fortaleza interior y de una profunda vocación por la danza. Formada en el Royal Ballet de Londres, e hija de padres británicos, transitó un tiempo histórico en donde poner el cuerpo implicaba autoafirmarse corriendo riesgos. La realizadora de “Narcisa” (sobre la vida de la cineasta experimental Natasha Hirsch) sigue de cerca los pasos de su mentora, dueña de una postura política que, paulatinamente, se fue alejando de la ideología conservadora clasicista. Este aspecto la convirtió en una pionera, una vanguardista creadora del término expresión corporal: el cuerpo aparece y se desplaza hacia el campo terapéutico y educacional. “Vikinga”, como su título lo indica, se encarga de simbolizar el carácter trashumante de un ser apegado a sus tradiciones de sangre, quien atraviesa marea y obstáculos naturales en igual medida que emociones y vicisitudes quela vida le coloca por delante. La guerra, la pérdida de seres queridos, la incomprensión.