Ricardo Vilca fue uno de los artistas más trascendentes del noroeste argentino. Sin embargo, por años su figura y su obra musical permanecieron ocultos para el gran público, resguardados allí donde pertenecen, en el silencio de la Quebrada de Humahuaca y este es un homenaje, buscando comprender el encuentro armonioso entre los ritmos andinos y la música clásica que él llevó adelante en su obra.