Villegas

Crítica de Fernando Iannantuono - Cine crítico

Reencuentro con las raíces

Dos primos reciben la noticia de la muerte de su abuelo y son llamados a regresar a su pueblo natal. Ambos a su manera están perdidos y la vuelta a sus raíces les permitirá redefinirse como personas. Un relato paciente, muy sentimental y bien tangible que lamentablemente a pesar de tener un concepto general sumamente delicado y agradable, presenta situaciones un tanto forzadas que no ayudan a la completa empatía con el espectador.
Desde el comienzo "Villegas" presuponía lo peor, dos primos completamente diferentes son forzados por decisión propia a compartir un viaje en el cual los juicios hacia la otra persona florecen entre ambos. La situación se vuelve forzada, estereotipada y muy larga, cada escena no encuentra el tono apropiado y encima comete el error de no poder combinar frases hechas con diálogos costumbristas. Todo es absolutamente falso y culmina en una pelea tan absurda como irrisoria.

Sin embargo, cuando llegan al pueblo las cosas cambian. Ellos cambian. Ya los juicios de valor tan absurdos como forzados (desde la cámara y personajes) son dejados de lado para ahora con sutileza generar climas amables y emocionales. Resulta que con cada reencuentro familiar, amigos o novias, los dos protagonistas empiezan a soltarse y a disfrutar. Si bien tiene sus altibajos con algunos pasajes algo extraños como la caminata en el pueblo a la noche de Pipa junto a su prima, el espectador logra tener esa identificación tan preciada con los personajes.

Tal vez, lo más interesante de la película se encuentre en como la vuelta al pueblo, hace de aquel lugar de donde se fueron un sitio tan ideal para quedarse. Una situación que al personaje de Esteban no le modifica nada ya que el ya planificó su vida, pero en Pipa la cosa se hace inquietante ya que el no tiene un lugar a donde ir. Sin embargo, ambos saben como dice la canción ya no hay nada allí para ellos.