De donde venimos
Esteban (Esteban Lamothe) Y Pipa (Estaban Bigliardi) son dos primos, muy diferentes, que deben viajar hasta el pueblo donde nacieron para asistir al entierro de su abuelo. Esteban es el primo serio, formal, con un buen trabajo, un auto y un futuro casamiento; Pipa es el bohemio, colgado, que parece que todavía no sabe bien que quiere hacer con su vida.
Por más que vivan en la misma ciudad, parece que hace tiempo que no se ven, pero Esteban, como buen primo, accede a llevarlo en su auto. Durante el viaje se van notando las diferencias, las tensiones entre los dos, por más que ninguno mencione nada, y solo hablen de pavadas, de obviedades. Pipa comienza a recordar momentos con su abuelo, los lugares adonde iban, y con su cuelgue y sus recuerdos, consigue desviar de la ruta al primo organizado.
Es cuestión de tiempo para que las personalidades choquen, las tensiones exploten de una vez, y se digan en la cara todo lo que tienen guardado. De eso se trata la primera mitad de la película, de silencios, de climas, de rutas, que dicen mucho. De esas personas que al verlas nos recuerdan de donde venimos, quienes fuimos, y que logran que tal vez no nos guste demasiado quienes somos ahora.
La llegada al pueblo termina por enfrentarlos de cara al pasado, a la vida que dejaron atrás. Así la segunda mitad de la película, es un retrato de la vida que tuvieron, la familia, las expectativas que tienen sobre ambos primos, los recuerdos, las salidas con amigos que hace muchos que no ven. Un pueblo que sigue igual, les muestra que ellos ya no son los mismos, pero que por más diferentes que sean ahora, siempre va a haber algo que los una.
Lo más destacable de la película son las excelentes composiciones de Esteban Lamothe, y Esteban Bigliardi. La forma natural en que se relacionan, como llevan los silencios y las tensiones dentro del auto, la conexión que hay entre ambos.
La fotografía es sencilla e impecable, y la música es un elemento más que ayuda a decir mucho sobre la historia sin necesidad de que los personajes hablen.
El excelente clima logrado durante esa especie de road movie que es la primera mitad de la película, decae bastante una vez que llegan al pueblo, y el relato se hace un poco más pesado, y pierde dinamismo. Aun así la historia es conmovedora de un modo sencillo, concreto, un viaje en el que las emociones contenidas se liberan, y los personajes se enfrentan con su pasado y con ellos mismos.