El arte de currar
Dos ladrones de guante blanco capaces de robarse cualquier cosa (hasta el título de una crítica de este mismo blog) se ven forzados a ejecutar una misión aparentemente imposible en Mendoza. Se repelen, se necesitan, se quieren. Fórmula pura, pero bien hecha, con múltiples referentes en el cine de Hollywood que van de La gran Estafa a Duplicidad, y por supuesto el inevitable faro del cine de Hitchcock (el clima de Para atrapar al ladrón, una remera de Intriga internacional, una botella de vino como Mc Guffin, igualito que en Notorius). Y un solo y gran referente en la TV local, Los simuladores.
Winograd consigue un eficaz entretenimiento que se sostiene en algún que otro giro ingenioso y, sobre todo, en la química de la pareja protagónica, compuesta Valeria Bertuccelli, con su gracia y solvencia habitual, y por un sobrio Daniel Henler. Juntos deberán cumplir una serie pruebas en el bello marco de los paisajes mendocinos. Una propuesta grata para paladares poco exigentes.