¿Qué bicho te picó?
Cumple: ofrece al espectador por lo que pagó su entrada, buenos sustos y acabado entretenimiento.
Las epidemias se llevan muy bien con el género del terror en el cine. Y si se le suma el encierro en el que tienen que (con)vivir los protagonistas se puede generar tensión, suspenso. En fin, que desde la pantalla le ofrezcan al espectador por lo que ha pagado su entrada: unos buenos sustos y un acabado entretenimiento.
Eso es Viral, una película de bajo presupuesto debida a Henry Joost y Ariel Schulman, la dupla de realizadores de las dos últimas Actividad paranormal y la reciente Nerve: Un juego sin reglas.
No es el fin del mundo, pero casi. Dos hermanas adolescentes quedan en su casa aisladas del resto cuando se decreta una cuarentena, a partir de la aparición de un virus originado aparentemente por un gusano. Su padre, profesor, las podría ayudar, pero está en la otra punta de la ciudad. Hay problemas familiares (los padres están por o se han separado) y este dato podría pasar desapercibido.
Pero Emma y Stacey, además de adolescentes, tienen como personajes carnadura. Esto, claro, en sentido literal, les viene bárbaro a los infectados, pero cuando el gusanito se instale entre ellas...
Habrá que ver en quién confiar. O no.
A kilómetros de distancia del cine trash o gore que no hace más que exhibir tripas a diestra y siniestra, en tres dimensiones o con bajo presupuesto, Viral está estructurada como película de genero, pero también como un drama. No hay violencia ni hectolitros de sangre per se.
Tiene una trama -lo cual ya es mucho entre los títulos que se suman semana a semana- y protagonizada por veinteañeras que pasan por adolescentes (Sofia Black-D’Elia -Tirzah en la nueva Ben-Hur- y Analeigh Tipton- Loco y estúpido amor, una estrella en ascenso-) hay algo que lleva a creerles lo que les pasa. Llámese empatía o como quieran, pero estas hermanas hacen sufrir con todas las de la ley. Y con las otras armas también.