Con excepción de la recomendable «El Misterio del Faro» (2018), el actor Gerard Butler ha enfrascado su carrera en decisiones profesionales bastante pobres. Un excesivo gusto por el cine de acción mediocre lo ha hecho protagonizar films del calibre de “Geostorm”, “London Has Fallen” y “The Bounty Hunter”. Siguiendo la línea de hundimiento, “Last Seen Alive”, un thriller anodino y previsible, tiene otra vez a Butler como eje. El film nos cuenta la historia de Will Spann, cuya esposa Lisa (Jamie Alexander) desaparece misteriosamente en una gasolinera. Un momento, ¿no nos han contado esta misma trama antes? El esfuerzo desesperado del marido, el descenso al costado más perverso del crimen, la negligencia (o escepticismo) policial y la toma de justicia por propias manos nos retrotraen a dos buenos films de la añorada década del ’90: “El Rapto” (con Jeff Bridges y Sandra Bullock) y “Sin Rastro” (con Kurt Russell). Robo de ideas a mano armada como atajo más próximo. Excesiva hora y cuarenta de metraje concatena escenas que son un lastre y casi una media docena de cabos sueltos.