Elena es una reconocida directora de documentales, felizmente casada con Augusto, un músico de su misma edad, con quien no tuvo hijos. Una mañana, Elena recibe un llamado anónimo: Augusto se descompuso y está en el hospital. En el sanatorio y acompañada por su amiga y asistente Esther, Elena descubre que quien trae a Augusto es Adela, una joven de treinta años que resulta ser su amante. Elena no solo tiene que soportar semejante revelación...al borde de la muerte, su marido le pide que cuide a la joven. Elena atraviesa el duelo con furia y dolor. A pocos días del fallecimiento, Adela aparece en su casa intentando un acercamiento que Elena inicialmente rechaza. Desesperada, Adela intenta suicidarse, pero sobrevive. Elena acorralada en su promesa, decide llevarla a vivir con ella hasta que la chica se recupere. Juntas atravesaran el dolor de la perdida y aprenderán a vincularse, no solo como las viudas del mismo hombre, sino tambien como las dos grandes mujeres que son.