Como su titulo lo indica narra los momentos que viven tres mujeres que quedaron solas ante el fallecimiento de sus esposos delincuentes (Liam Neeson, Jon Bernthal y Manuel Garcia-Rulfo) pero no son cualquier viuda, Verónica (Viola Davis) es la esposa de Harry Rawlings (Liam Neeson), vive una vida llena de lujos, debe conseguir una importante suma de dinero del delito un negocio que estaba metido su marido y para ello se unen la otras dos viudas: la latina Linda (Michelle Rodriguez) viuda de Carlos (Manuel García-Rulfo), y Alice (Elizabeth Debicki) que es la viuda de Florek (Jon Bernthal) y se suma a la acción una amiga, Belle (Cynthia Erivo), madre soltera.
En la guerra política entre ese gánster, por un lado esta: Jack Mulligan (Colin Farrell), un candidato que es hijo de un racista Tom Mulligan (Robert Duvall), un duro Jatemme Manning (Daniel Kaluuya, “Huye”) que se enfrenta a Jamal Manning (Brian Tyree Henry) un afroamericano que se encuentra algo cansado de la vida criminal.
Aquí el cineasta británico Steve McQueen (ganador del Oscar a Mejor Película en 2013 por “12 años de esclavitud”), logra lo que se propone, aunque tarda un poco en profundizar con escenas que se alargan demasiado. La película está ambientada en Chicago y a una trama relacionada con el delito se suman los conflictos sociales, religiosos, raciales y políticos. Está bien contada y a través del flashback ayuda al espectador a ingresar más en los conflictos, llena de misterio, tensión y con una vuelta de tuerca.