La cuarta película dirigida por Ben Affleck, lo reúne nuevamente con el novelista de su opera prima, (Desapareció una Noche), Dennis Lehanne, y todos esperábamos que la formula diera los mismos resultados.
Vivir de Noche trata de un oriundo de Boston, que al volver de luchar en Francia en la Primera Guerra Mundial, comienza una vida criminal en esa ciudad, en medio de una lucha entre las mafias italianas e irlandesas, pero sin querer meterse ni trabajar para ninguna de ellas.
Básicamente así empieza este tipo de homenaje al film noir americano, que desgraciadamente falla.
Es innegable que Ben Affleck es un muy buen director. Las escenas de acción de la película están muy logradas, y la reproducción de época también. El casting es más que bueno, con actores de la talla de Elle Fanning, Brendan Gleeson, Sienna Miller, Zoe Saldana, Chriss Copper, Robert Glenister, etc.
Y entonces la pregunta es, porque falla? Desgraciadamente por dos motivos: el guión, no solo básico sino previsible y hasta por momentos infantil, y la actuación del director mismo.
En un esfuerzo para mostrar un hombre roto, lo que logra Affleck es tener cara de nada, y parecer no solo apático sino también desconectado e impávido, cuando el personaje en realidad trata de mostrar sentimientos, y no mostrarlos. Ese pequeño detalle, que parece tonto, automáticamente nos aliena y nos aleja de el, al punto que no genera empatia, y no nos interesa seguir viendo que le pasa, o siquiera sufrir por ello.
Es una lastima, si bien no leí la novela en la que se basa la película, viniendo del autor de Río Místico, Desapareció una Noche, The Drop y La Isla Siniestra, calculo que debe ser muy buena, pero al pasarla por el colador de Ben, el alma del libro quedo en el mismo y no llego a la pantalla.