GÁNGSTERS, LEY SECA Y AMORES
Ben Affleck que tiene sólidos antecedentes como director, vuelve otra vez a una novela de Dennis Lehane y se arroga múltiples tareas: ser el protagonista, el realizador y el guionista junto con el autor. Y si bien esta historia de gángsters, que funciona entre guerras, con un ex combatiente que prefiere mantenerse al margen de las mafias irlandesa e italiana que dominan su vida tiene muchos atractivos, el conjunto no funciona bien. El pulso de director se luce en escenas de acción, en fiestas, en escenarios fastuosos y sombríos, pero en su larga duración la acción se estanca. Queda enganchada en muchas subtramas y pierde efectividad. El guión es el principal problema. Los momentos de “bajada de línea”. Los actores se lucen: el gran Brendan Gleeson, Elle Fanning, Sienna Miller, incluso Affleck, apenas un correcto actor no luce mal. Las idas y vueltas del libro, lealtades y traiciones, muertos que no están muertos y hasta la aparición siniestra del Ku Klux Klan es demasiado para una historia que exigía mas concentración y fuerza en una dirección determinada mas que un fresco de la época. No es una película fallida y tiene algunos momentos muy bien resueltos Y con una ambientación perfecta que quiere rendirle homenaje a las viejas películas de gángsters.