Si Clint Eastwood pudo sobrevivir como director ese bodrio infumable que hizo en The Eager Sanction (1976), la carrera de Ben Affleck como realizador no decaerá en absoluto por el hecho que su última película no entusiasme al público como sus trabajos previos.
Affleck es un realizador estupendo y en esta película vuelve a demostrarlo con una correcta adaptación de la novela homónima de Dennis Lehane. El mismo autor de Gone, baby gone, que fue el material en el que se basó la ópera prima del director.
Vivir de noche no es para nada una mala película y en Estados Unidos los críticos me parece que la castigaron de manera exagerada. La única debilidad de este film es que la historia no llega a ser tan atrapante como los conflictos de The Town y Argo.
En esta oportunidad el director abordó las historias de gángsters a través de una propuesta que presenta un excelente retrato histórico de la etapa final de Ley seca en los Estados Unidos que tuvo un gran impacto en el mundo del crimen organizado.
Affleck interpreta al clásico delincuente que vio demasiada violencia en su vida y desea establecer una vida más normal. Sin embargo, los personajes nefastos con los que que se codea le impiden encontrar una salida en ese mundo donde nadie llega a superar los 40 años de vida.
Para los seguidores del policial negro este es un conflicto familiar que fue trabajado numerosas veces en el cine y la literatura y la historia de Lehane no ofrece nada nuevo en esta temática.
Vivir de noche tiene un gran comienzo con la presentación del personaje principal durante la primera media hora del film.
La película comienza con mucha fuerza en el primer acto donde Affleck introduce al espectador en el mundo de violencia en el que se desenvuelve el protagonista.
Lamentablemente la narración luego se estanca en un drama que tarda una eternidad en construir el clímax con el que se pretende cerrar la historia.
El problema no pasa tanto por el argumento, que tiene algunas subtramas interesantes, sino el tono que le dio el directo a la narración que por momentos resulta densa.
La película se hace larga y el atractivo inicial que tenía el conflictode a poco se va desvaneciendo.
En Vivir de noche el trabajo de Ben Affleck se luce especialmente en las secuencias de acción donde muestra su talento como realizador.
La persecuciones automovilísticas y el tiroteo final que filmó en esta producción son momentos fabulosos que contribuyen a darle un poco más de emoción a la historia.
Dentro del reparto Sienna Miller, Ellen Fanning y Chris Cooper, especialmente, también tienen muy buenos momentos a lo largo del conflicto.
Reitero, no todo es tan negativo en Vivir de noche.
Lo que ocurre con esta producción es que Affleck dejó la vara demasiado alta con Argo y su nueva película simplemente no genera el mismo entusiasmo.
Será interesante ver que hace con la próxima película de Batman donde abordará un género muy diferente al que trabajó hasta el momento como director.