Un protagonista que afronta complicados dilemas morales y se ve obligado a tomar decisiones capaces de cambiar el rumbo de su vida y la de las personas que lo rodean. Suburbios, personajes secundarios construidos con maestría, historias laberínticas. Esos son los ingredientes de la ensalada que prepara Ben Affleck en cada una de sus películas como director. Live By Night es la cuarta historia que trae a la pantalla y, aunque no está exenta de esas características que lo hicieron triunfar, es la más débil de su filmografía.