El primer largometraje del español Ángel Gómez Hernández, Voces, una de las últimas propuestas de terror sobrenatural de Netflix, narra la historia de una familia compuesta por Sara (Belén Fabra), Daniel (Rodolfo Sancho) y Eric (Rubén Blas), que se muda a una casa que compraron para reformar. Allí aspiran a tener una vida tranquila en la soledad del campo. Muy a pesar de sus proyectos, la tranquilidad se ve interrumpida cuando el pequeño Eric comienza a identificar extrañas presencias sonoras que lo incitan a realizar diversas acciones, las cuales comienzan siendo muy sencillas, pero con el tiempo generan un sistema de manipulación. Luego de advertir anomalías, sobre todo nocturnas, un hecho cambia la historia para siempre dando inicio a una investigación por psicofonías.
La fórmula repetida de la casa embrujada, los ruidos extraños y las apariciones fantasmagóricas en segundos planos del cuadro lo dicen todo. Voces, se cimienta sobre esos puntos fuertes del género sin aportar nada novedoso ni terrorífico. A su vez, propone una receta narrativa ya muy conocida como lo son las intervenciones de profesionales de actividad paranormal que notan en la casa poseída no sólo material para sus investigaciones, sino también, y, sobre todo, respuestas a sus problemas personales. Es aquí donde aparecen Germán (Ramón Berea), el experto en psicofonías y Ruth (Ana Fernández) su hija y colaboradora, con el fin de ayudar a descifrar el misterio de la casona.
Además de la trama central de la familia, Voces deriva en un film de investigación paranormal sin mucho que ofrecer en términos del género y con una resolución que toca un tema interesante de la historia católica española, pero que no logra verse del todo resuelto ni bien explotado. Al mismo tiempo, propone un inicio prometedor que se va diluyendo con el correr de los minutos. Entre premoniciones, finales anunciados y muy pocos momentos de relevancia, Voces parece copiar una fórmula sin mucho éxito.
Las series y películas de terror son unas de las más vistas en la plataforma, sin embargo, no todas alcanzan el nivel de exigencia de los fans. La cinta, lamentablemente no llega a ofrecer una experiencia del todo atemorizante y vuelve a reincidir en temas y estructuras narrativas que todos conocemos de memoria.