Sin códigos
«No todos los problemas son sexo, drugs & rock and roll» pero en el caso de Vóley (dirigida y protagonizada por Martín Piroyansky) el abuso continuo de estos elementos anulan paulatinamente el vínculo que uno puede llegar a crear con sus personajes. Realmente una pena, pues si bien Pirovansky no se enmaraña demasiado en desarrollar las personalidades de sus protagonistas intenta introducir cierta complejidad emocional a medida que pasan los días de este último fin de semana de año nuevo.
Dosificando un poco el “todos contra todos” y dándole algo de espacio al argumento, hubiese sido una propuesta infinitamente superior. Porque el problema ni siquiera es la liviandad de como todos garchan entre todos sino como este hecho impacta en la vida y relaciones de sus personajes.
No obstante, este loco fin de semana entre amigos tiene momentos graciosos y emotivos. Honestidad de por medio ¿Quién no tuvo un enamoramiento fugaz, poco feliz e inoportuno con la chica equivocada? A no ser que tu religión no lo permita creo que todos terminamos mandándonos una cagada, dados vuelta y resacosos por lo menos una vez en nuestras vidas.
Más allá de las limitaciones que marcó el exagerado estereotipo de sus personajes quisiera destacar las actuaciones de Violeta Urtizberea (captó a la perfección la esencia de la novia insoportable e hinchapelotas) y Vera Spinetta quienes aportaron los momentos más cómicos de la película. Completan el reparto el Chino Darín, Inés Efron y Justina Bustos (aplausos por la escena en bikini).
En resumen, una película ni tan cómica, ni tan loca como te quiere vender el tráiler, entretenida de a ratos, vacía de a otros, que se queda en el umbral por no saber explotar su potencial en los momentos que lo necesitaba.