La dama y el camionero
El belga Christophe van Rompaey debuta en el cine con la sólida Volver a Amar (Moscow, Belgium, 2008). Una historia de amor, fuera de lo convencional, alejada de todo cliché y lugar común.
La historia es simple. Matty, una mujer de 41 años, con hijos y en medio de una crisis de pareja, sufre un accidente automovilístico. Johnny, el camionero que choca su vehículo tiene 29 años. A partir de ese hecho fortuito comenzará un romance, que entre idas y vueltas provocará la ruptura de los esquemas preestablecidos en cada uno de los personajes del film.
Volver a Amar es un film tan contradictorio como su título. Es, casi imposible encuadrarlo dentro de un género y éste es uno de sus mayores atractivos. Es una comedia romántica realista pero a su vez un drama familiar costumbrista. La familia de Matty es normal, no perfecta. Todos tienen problemas y es a partir de ahí que se vuelve creíble. Su esposo la abandonó por una alumna de 22 años, pero no sabe qué hacer de su vida, ni con quien quedarse. Matty decidió esperarlo. ¿Pero hasta cuándo?. Su hija le trae su “novia” a casa, pero a su vez interfiere en la relación de Matty-Johnny, solo porque no soporta perder a su padre. Y para colmo de males el ex esposo descubre que su nuevo contrincante estuvo en la cárcel por golpeador. En síntesis ¡una familia normal!
La ópera prima de Rompaey evita a partir de la construcción de un relato desacartonado, caer en la burda comedia romántica, que a partir de escenas de amor junto a una canción melosa, crean un ámbito propicio para terminar en una noche de lujuria entre sábanas de satén de un hotel 5 estrellas. En este caso, el reemplazo vendrá de la mano de una cucheta en un camión, sin sábanas y lo más rápido posible. Mientras que el romanticismo estará simbolizado en un par de zapatos un número más chico.
Uno de los mejores momentos del film, tanto por su carga dramática como cómica, es la escena de la comida familiar en que convivirán el ex, el nuevo, los hijos y la novia de la hija. Como si se tratara de un juego de cartas, comenzará una competencia para ver quién termina quedándose con el trofeo. En este caso: Matty.
Tanto Bárbara Sarafian (Matty) como Jurgen Delnaet (Johnny) conforman un equipo químicamente creíble, logrando un tono sumamente realista, que evita caer en el golpe bajo durante las escenas dramáticas y en la banalidad de la comicidad.
Volver a Amar cuenta con un encanto desenfrenado y un gran espíritu de nobleza convirtiéndola en un film sumamente recomendable.