Una cantante olvidada que alguna vez ganó Eurovisión (ese cotillón fabuloso del Viejo Mundo) se enamora de un joven aspirante a boxeador. Pues bien: la película elude con tino la diferencia de edad, hace de sus personajes personas, sigue la historia con momentos de real comedia romántica que nunca suenan fuera de registro, y nos lleva a la conclusión de modo límpido y ocasionalmente elegante. Huppert, a esta altura de su carrera, sabe hacerlo todo.