Ni siquiera la grandísima Isabelle Huppert logra reflotar esta almibarada historia de amor entre una ex cantante, que se desempeña como empleada en una fábrica de paté, y un joven boxeador.
El guion transita por caminos conocidos y obvios, con trazos gruesos que remarcan los contrastes y no terminan de definir de manera potente la relación que llevan adelante los protagonistas a pesar del grito en el cielo que ponen los familiares del hombre.