Este documental hablado en italiano reconstruye la odisea del naufragio del submarino italiano Macalle en el Mar Rojo durante la Segunda Guerra Mundial, y la increíble historia de cómo cuarenta y cuatro tripulantes sobrevivieron al hundimiento en una isla desierta. Uno sólo de ellos falleció en la isla y fue enterrado ahí. Ochenta años después, Ricardo Preve y su equipo dedican (y registran) cinco años de trabajo para recuperar el cuerpo de ese único fallecido, el Suboficial Carlo Acefalo, y llevarlo de regreso a Italia en el 2018. Los tripulantes pertenecían a la armada militar del Reino de Italia, que en esa época luchaba bajo las órdenes de líder del Partido Nacional Fascista, Benito Mussolini, que a su vez luchaba junto a los nazis y contra los Aliados en la Segunda Guerra Mundial.
El documental tiene muchas escenas de recreación de los eventos que investiga. Estas escenas no superan el nivel de las reconstrucciones de los documentales televisivos y aunque la historia es apasionante y el final de la película es conmovedor, el largometraje se toma demasiado tiempo para contar la historia y eso también se siente. La dedicatoria a los tripulantes del ARA San Juan podrá ser sincera pero ponerlos en el mismo lugar de estos marinos no necesariamente es justo. Los tripulantes del ARA San Juan no peleaban para el fascismo en el momento en el cual encontraron la muerte, sino que realizaban una misión en tiempos de paz y para un gobierno democrático.