Vox Lux: el precio de la fama

Crítica de Patricio Ferro - Loco x el Cine

Vox Lux es una película protagonizada por Natalie Portman, en la
que interpreta a Celeste, una cantante Pop que se encuentra en
la cima de su carrera. La acompañan Raffey Cassidy como su hija
y ella misma en una versión adolescente que ocupa todo el
primer acto, Stacy Martin como su hermana, Jude Law como su
representante. Todos ellos dirigidos por el actor Brady Corbet,
en su segunda experiencia detrás de las cámaras.

El guion, escrito por tambien por su director, cuenta con una estructura clásica divida en tres actos, y nos 
cuenta la historia de esta estrella de la música Pop desde sus
orígenes, donde sobrevivió a un atentado terrorista en su
colegio, y cómo es descubierta por la grabación de un video en el
que canta durante una ceremonia en homenaje a las víctimas. Y
es durante este primer acto donde vemos como esta
adolescente, interpretada por Raffey Cassidy, va perdiendo su
inocencia mientras se hace cada vez más famosa. Después, por
medio de una elipsis, vemos en un segundo acto a Celeste,
interpretada por Natalie Portmanen la cima de su carrera,
lidiando con su hija adolescente, nuevamente Raffey Cassidy, en
las horas previas a un show del que somos parte en el tercer
acto. 

Si bien es cierto que esta película tuvo la mala suerte de haberse
estrenado poco tiempo después de la cuarta versión de Nace una
estrella, y sale perdiendo en la comparación de cómo fue tratado
el mismo tema, hay también cuestiones de puesta en escena que
hacen que no funcione. La primera de ellas es el uso de la voz en
off de Willem Dafoe explicando ciertas situaciones en lugar de
mostrarlas, lo que hace que resulten menos interesantes y no
funcione debidamente este recurso tomado de la nouvelle vague
francesa. Y la segunda es que el segundo acto hace que el
espectador pueda perder interés, a pesar de contar con Natalie
Portman como protagonista, porque el primero es demasiado
largo y más interesante.

Pero Vox Lux tiene también algunas cosas a favor, y una de ellas
es la fotografía de Lol Crawley, que se luce tanto en la escena del
concierto final como en los planos secuencia del segundo acto
que recuerdan a los de Birdman (La inesperada virtud de la
ignorancia). Así como también lo esRaffey Cassidy, una joven
actriz que logra componer muy bien ambos personajes cuyo
denominador común es que atraviesan una crisis por la pérdida
de la inocencia infantil.

En conclusión,Vox lux es una película que desaprovecha el
enorme potencial con el que cuenta al tomar decisiones
equivocadas en su puesta en escena. Y esto puede hacer que el
espectador pierda interés, especialmente durante el segundo
acto donde el personaje de Natalie Portman queda eclipsado por
el de Raffey Cassidy, que termina resultando más atractivo.