La inspiración
El documental de Nicolás Herzog aborda el contacto que tuvo el autor de El principito, Antoine de Saint-Exupéry, con la familia Fuchs en Argentina –en especial, con las hijas-; fuente de inspiración para su celebrada obra.
En determinado momento, alguien informa en Vuelo nocturno (La leyenda de las princesitas argentinas) (2016) que después de la Biblia, El principito es el libro más vendido en el mundo. El dato curioso es que muchos señalan su génesis a partir del contacto del autor con las niñas de la familia Fuchs, oriunda de Concordia. Luego de un aterrizaje forzoso, el escritor fue recibido por los Fuchs en el castillo que hoy es ruinas (el enorme parque que lo rodea completa y a la vez conserva la majestuosidad de antaño). A partir de este encuentro fortuito, Antoine de Saint-Exupéry pasó una temporada allí y generó una amistad con los integrantes de la familia.
Las dos pequeñas hijas lo fascinaron; por la sensibilidad y la inteligencia que pudo observar en ellas. Domadoras de zorritos y criadora de serpientes, hay quienes ven en las niñas un motivo para señalarlas como musas inspiradoras de una obra que trascendió la Francia natal de Saint-Exupéry. Singular comparación entabla su obra con la de Lewis Carroll, el autor de otra obra cumbre de la literatura infanto-juvenil, Alicia en el país de las maravillas, quien también se inspiró en una niña. Este dato comparativo ofrece una significación potente. ¿Qué tipo de sensibilidad manifiestan estos hombres (el primero, fascinado por la aviación; el segundo, por la lógica), capaces de “volver” a la infancia para extraer de allí argumentos y temáticas que pueden dar cuenta de la humanidad misma? El documental de Nicolás Herzog no responde de manera explícita esa pregunta, pero –afortunadamente- da vueltas sobre ella.
A partir de material sonoro, testimonios, y –sobre todo- un material que el propio Saint-Exupéry le mandó a Jean Renoir, la película va construyendo una imagen del artista y de su pensamiento. De esta forma, Vuelo nocturno (La leyenda de las princesitas argentinas) no sólo se revela como un relato sobre un misterio, sino también como un ensayo sobre la inspiración y la mente de un artista genial; en verdad, un humanista. Ícono cultural que pasó quince meses en Argentina y, por lo visto, extrajo mucho más que fotos para recordar.