Esta es la segunda película de Nicolás Herzog , y al igual de su película anterior la ubica en el lugar que conoce muy bien, Concordia, Entre Ríos.
Con una mezcla de investigación rigurosa y de sensibilidad personal el director toma como eje la histórica anécdota de un percance que tuvo el famoso escritor Antoine de Saint-Exupéry, que en un vuelo hacia el Paraguay, debe aterrizar sobre un campo de esa localidad con la mala suerte de encajar una de las ruedas en una vizcachera, lo que hace que el vuelo no pueda continuar. De pronto aparecen dos señoritas, las ¨princesitas¨ del título, le hablan en francés, lo que las hace familiarizarse con el piloto.
Y de aquel encuentro los lugareños aseguran que en estas señoritas se inspiró el escritor para escribir el libro El Principito. A lo largo del relato conoceremos no solo sobre la relación del escritor, sino también sobre la vida de estas princesitas, y todo esto con diferentes formatos de registro, en super 8, en 16mm y en digital. Toda esta mezcla de formatos le va dando mayor verosimilitud a la película y crea una atmosfera de ¨recuerdos¨ muy convincente y va narrando situaciones en ese casco de estancia donde vivió la familia Fuchs.
Fotos familiares y algunos trabajadores de aquel lugar van dando testimonio de su paso por esa estancia. Todo esto enmarcado en la reconstrucción de la historia de amor que unió al escritor y aviador Francés con las princesitas argentinas Edda y Suzzane Fuchs, protagonistas del capítulo Oasis de su libro Tierra de Hombres.
En su película anterior Orquesta Roja (2010) hace mención a esta anécdota del desperfecto de la nave voladora y aquí tenemos una buena oportunidad para conocer un poco más sobre el autor de El Principito y cómo generó una gran amistad con la familia Fuchs de forma fortuita, pero duradera.
Excelente película con un relato entretenido, un buen acercamiento a la historia del escritor y una enorme defensa de la localidad de Concordia como parte inspiradora de tan famoso relato literario.