Una pava nazista sin hervir
Lucía Puenzo logra ambientar notablemente la narración, valiéndose de su capacidad técnica y correctos recursos estéticos para darle un tono dramático y fino a la fotografía del film. Pero a veces, lo que resulta apreciable para la óptica humana, no se condice con la línea argumental.
Wakolda nos remite a la historia de Lilith (Florencia Bado en destacable actuación), una niña de 12 años con problemas de crecimiento. Sus padres (Diego Peretti y Natalia Oreiro) hospedan en su hostería a un misterioso médico alemán (Álex Brendemühl). Éste, en la piel del acérrimo y perverso nazi Josef Mengele, parece obsesionarse con la pequeña a fin de someterla a tenaces experimentos que la ayuden a ganar unos centímetros más de longitud.
Difícil de descifrar, el alemán intenta seducir y subir escalones en confianza desembolsando efectivo sin tapujos, ya sea por adelantado para su alojamiento o bien invirtiendo en negocios asociados a la familia. Pero hay algo que nunca cierra, y el flanco siniestro del doctor se va descubriendo poco a poco.
Con una dinámica lenta, mansa pero sin aburrir, Wakolda se toma su tiempo para enlazar y enganchar plenamente al espectador. El relato encuentra su punto de equilibrio llegando a la mitad del metraje, pero luego empieza a decaer mientras se ahoga en su dificultad para cambiar de marcha, quizás en su afán por abarcar varios subtramas como el paso hacia la adolescencia y la mirada despectiva hacia el otro, elementos que más allá de estar bien contados, enfrían el eje central de la cinta.
Un drama que goza de interpretaciones creíbles y afable pulso, con rasgos de buen cine y un trabajo de fotografía virtuoso. Un producto que de tan cuidadoso falla a la hora de cosechar suspenso, dejando una sensación de desaprovechamiento, sobre todo en lo que respecta a la tensión que se podría haber suscitado si se hubiesen pulido mejor las escenas en donde el personaje encarnado por Brendemühl debería invocar al horror y a la monstruosidad tan aberrante que formaron parte de su ser.
LO MEJOR: dirección, ambientación, actuaciones. Gran calibre técnico.
LO PEOR: decae con el correr de los minutos. Falla cuando debe generar tirantez.
PUNTAJE: 5,6