Wakolda

Crítica de Hugo Fernando Sánchez - Tiempo Argentino

Simpatía por el demonio

La nueva película de Lucía Puenzo (XXY, El niño pez) aborda el tema de los ex jerarcas nazis refugiados en Argentina. Es original, atrapante, y con un alto nivel de producción.

Desde hace décadas, la presencia y la ayuda que se les brindó a los ex jerarcas nazis refugiados en la Argentina es un tema solapado e insuficientemente investigado. En el caso del cine, estuvo presente en varios documentales –como Pacto de silencio de Carlos Echevarría, sobre el refugio y la asistencia que encontró al criminal de guerra Erich Priebke en Bariloche–, pero la red de complicidades que encontraron los alemanes en el país casi no fue abordada en la ficción.
Wakolda, la novela de Lucía Puenzo, está centrada directamente en la cuestión, y la propia escritora y realizadora consideró que el material podía ser llevado al cine. El resultado es una película atrapante, con un alto nivel de producción y una puesta en escena clásica, una narración que explicita las simpatías y la admiración de buena parte de la comunidad barilochense (otra vez la ciudad rionegrina) con la causa nazi y en este caso con el médico Josef Mengele, uno de los sostenes de nazismo, el principal responsable de la limpieza étnica y de los atroces experimentos en los campos de concentración en la Segunda Guerra Mundial.
El film de Puenzo (XXY y El niño pez), comienza con el encuentro de Mengele (Alex Brendemühl) con una pareja: Enzo (Diego Peretti) y Eva (Natalia Oreiro), padres de Lilith (Florencia Bado), que tiene 12 años pero aparenta varios menos por problemas de crecimiento.
Mientras que la familia se prepara para abrir una hostería en las orillas del lago Nahuel Huapi que recibieron como herencia, el interés del médico alemán por la niña y por Eva –que está embarazada– va creciendo. Madre e hija están fascinadas por el seductor extranjero, en tanto Enzo intuye que el visitante esconde algo siniestro.
Mengele es recibido como una personalidad por la comunidad alemana y continúa con los experimentos que había emprendido en la década del '40, primero con la pequeña Lilith y luego pone su atención en Eva, que está a punto de parir mellizos.
Wakolda, entonces, es ambiciosa: en poco más de 90 minutos cuenta una recorrido posible de Mengele en la Argentina, aborda el abierto sostén que tuvo el "Angel de la Muerte" en Bariloche, con epicentro en una escuela alemana abiertamente simpatizante del nacionalsocialismo, muestra el papel de los cazadores de criminales de guerra –Elena Roger interpreta a la conexión local de la Mossad– y también se ocupa del despertar sexual de una niña, entre otras varias subtramas que encuentran su desenlace de manera apretada pero precisa, en un trhriller apasionante y complejo.