El mundo en una burbuja.
Después que pasó la peor parte del terremoto financiero global, Oliver Stone representa con imágenes la peor crisis económica desde la década del 30 y la “avaricia” de sus promotores. Lo hace rescatando al ex operador de Bolsa Gordon Gekko, otra vez interpretado por Michael Douglas. Stone no aporta mucho a lo ya conocido sobre la realidad en su crítica al despiadado mundo de las altas finanzas y el “capitalismo salvaje”, sino que transforma en ficción los hechos y los monta sobre una historia con villanos y honestos para darle densidad dramática al filme. Sin embargo la representación de ese panorama de caos global es altamente efectiva gracias a la pericia de Stone como un realizador con pulso para el ritmo, el excelente montaje, la heterodoxia del estilo narrativo y las posibilidades técnicas que le acercó esta millonaria producción.