Comienzo tambaleante pero triunfal
"Warcraft" es la esperada adaptación del famoso video juego que llega a las salas de cine con una polémica que no es nueva. La opinión de la crítica especializada versus la opinión de los gamers fanáticos y espectadores circunstanciales amantes de la fantasía, que en definitiva son el target del film. Si alguno estuvo leyendo comentarios en internet, sabrá que los críticos del mundo y en especial los estadounidenses en su mayoría, la defenestraron diciendo que es una de las más grandes decepciones desde "Battlefield Earth", aquella película fallida de ciencia ficción del año 2000 protagonizada por John Travolta y Barry Pepper entre otros.
Personalmente debo disentir con esa apreciación que me parece muy exagerada e injusta para con este producto del director Duncan Jones ("Moon", "Source Code"). "Battlefield Earth" sí era ridícula, exagerada, berreta, estaba horriblemente narrada y pretendía exaltar la teoría de la cienciología. La suma de sus errores cinematográficos era realmente una catástrofe. "Warcraft" tiene varios problemas de guión y actuaciones cuestionables, pero no está ni cerca de ser algo tan pobre como la película con la cual se la compara. En primer lugar, es realmente impresionante el parecido que tienen los diseños de los personajes de la película con los del video juego, algo que resulta fundamental para el público gamer. Aclaro que no soy fanático del juego, pero me puse a googlear un poco acera del mismo para desburrarme y la verdad es que la fidelidad del film para con éste es bastante impresionante. Se nota que le pusieron ganas y talento técnico al producto. Los populares orcos están generados por CGI, pero lejos de ser algo muy artificial lograron que sea vean reales y a la vez imponentes. Lo mismo sucede con otras criaturas fantásticas que desfilan por el film. El detalle de los movimientos faciales y la expresividad que tienen recuerda a "Avatar". Aprovechando la dosis de efectos especiales de calidad, Jones no escatima a la hora de tirar carne al asador. Orcos, grifos, lobos, hechiceros, enanos, pájaros gigantes, paisajes de ensueño, peleas emocionantes, todo para el disfrute visual de los gamers fans de "Warcraft".
Ahora, si vamos al guión, hay varias cosas negativas. Es demasiado grandilocuente para un film de dos horas. No se puede pretender meter toda esa cantidad de historia y personajes y hacer que el espectador en tan poco tiempo se involucre tanto con ellos. Dicen que el estudio le cortó unos 40 minutos al trabajo original de Jones, lo que quizás derivó en algunos baches y torpezas en la fluidez de la narración que se pueden identificar. Hay contradicciones y algunas resoluciones simplistas de la trama en las cuales se nota que no se pensó demasiado en cómo hacer fluir un guión realista y coherente. Otra cuestión que me pareció bastante floja es la interpretación general de los protagonistas. Actúan mejor los orcos generados por CGI que los humanos. Lo de Paula Patton (Garona), Travis Fimmel (Lothar) y Ben Schnetzer (Khadgar) me pareció medio burdo, con bastante sobreactuación.
¿Vale la pena ir a verla al cine? Creo que sí, sobre todo si sos fanático del juego y del género fantástico en el cine. No es de las películas más memorables que vas a atesorar en tu mente cinéfila, pero creo que cumple con el objetivo de entretener y ofrecer un espectáculo visual magnífico. Ojalá para su segunda entrega mejore en l que a guión se refiere, porque como todos sabemos, el impacto de ver una historia de este tipo en cine dura la primera entrega. Para la segunda la sorpresa ya se disipó y el espectador empieza a buscar evolución no sólo audiovisual sino intelectual.