La vocación, ese llamado ineludible para algunos, que llena de alegría a muchos, y que llena de frustración a otros tantos. Ese fuego que le quemaba adentro a Billy Eliott, es uno de los ejes de la notable Whiplash. El otro eje es el esfuerzo, o más precisamente, pasado cierto punto, el sacrificio. Vocación y sacrificio son las motivaciones de los dos protagonistas. Uno el alumno, el otro el maestro. Quienes tienen sus metas claras y van a sudar, a sangrar y a llorar en la búsqueda de sus objetivos. La historia es muy simple, y sin muchos adornos. Un talentoso joven baterista que estudia en una escuela de música de primer nivel, se cruza en el camino de un profesor que tiene una prestigiosa banda de esa escuela y que tiene grandes resultados con método que nos recuerda a los grandes sargentos entrenadores de películas como An Officer and a Gentleman y Full Metal Jacket.
El método es claro, es duro, y es digno de un entrenamiento espartano. Llevar los alumnos al límite, ponerlos a prueba constantemente, desafiarlos y estimularlos con veladas amenazas, o riesgos. Mucho se van llorando, los que se quedan lo hacen con sacrificio y disciplina, pero este particular maestro no solo hace lo permitido por la sociedad, sino que grita, maltrata, y abusa psicológicamente de sus alumnos, y hasta les pega inclusive. Y su impacto es tan fuerte que cuando más sangran sus alumnos es cuando practican o ensayan en privado, o más bien podríamos decir entrenan.
¿Pero que incita a un alumno a tolerar y validar inclusive este tipo de abuso? El penoso agregado al título en castellano nos da una pista "Música y Obsesión" rezan los afiches. Pero la obsesión si bien puede identificarse como responsable de la motivación de los protagonistas, en realidad es un subproducto de la vocación, es esta misma al fuego máximo; una temperatura que no todos tienen, y que muchos ni siquiera comprenden.
Whiplash es una película muy entretenida que no deja de ser cine comercial, pero eso no quita que también sea una obra de arte, y como toda obra de arte el público está invitado a interpretar de diversas formas las motivaciones y justificaciones de las acciones de los protagonistas. ¿Si este tipo de abuso da grandes resultados; es válido? ¿Mas aun cuando el alumno se somete voluntariamente? ¿Qué es lo que en definitiva mueve a los personajes, amor, obsesión, pasión, locura? ¿o simplemente Vocación? que es lo que en cierta forma abarca todas las anteriores. El público lo juzgará, identificándose con el personaje principal en una película dinámica, dramática, con un toque de suspenso y con mucho humor, un humor tragicómico que deviene de un villano simpático. Que hace cosas tan particulares y tan odiosas que dan gracia en muchos momentos. Con diálogos filosos y bien escritos.
El filme además de contar con estupendas interpretaciones, tiene una muy buena dirección con excelente puestas de cámara, y una edición brillante, aunque por breves momentos con algo de exceso, como cuando hay una serie de rápidas panorámicas entre el conductor y el baterista. Whiplash, un filme muy recomendado, un viaje intenso por la ambición y la vocación que vale la pena ser vivido.
Cristian Olcina