A veces sale una película perfecta, milagrosa. Es un poco misterioso porque el cine es un arte colectivo por más teoría del autor que uno quiera invocar. Y a veces aparece una película como Whiplash - Música y obsesión: dirigida por un tipo sin demasiada experiencia -había dirigido sólo Guy and Madeline on a Park Bench, una película muy chiquita que se pudo ver en el Festival de Mar del Plata de 2009-, protagonizada por dos actores conocidos pero nada populares, que cuenta una historia que ya ha sido contada hasta el hartazgo.
La historia es esta: un músico -baterista en este caso- (Miles Teller) que tiene que enfrentarse a un profesor tan genial como abusivo (J.K. Simmons, el padre de Juno y el jefe del hombre araña en la trilogía de Sam Raimi, acá nominado al Oscar). En los papeles esto podría ser una película directo a video pero todo funciona tan bien que es perfecta, emocionante sin discursos ni trucos, transmite la frustración de una persona que quiere alcanzar la maestría en un arte, que quiere alcanzar lo inalcanzable, y de otro tipo que lo empuja a eso como si estuviera apurándole las riendas a un caballo hasta que el caballo se desploma, agotado, al borde de la muerte.
Damien Chazelle, el director, logra transmitir el esfuerzo y la frustración de Andrew con una intensidad fuera de lo común y ayuda mucho que el instrumento que trata de domar el pibe sea el más físico de todos. Sangre, sudor y lágrimas, literalmente.
Whiplash - Música y obsesión tiene además otra virtud que no es común: termina cuando tiene que terminar, con un golpe de platillo. Uno de los leit motivs que recorre la película es lo que dice el profesor Fletcher: “Not quite my tempo” (“no es mi tempo exacto”). Y el tempo de la película es perfecto, cosa que queda en particular evidencia en el último plano y el momento del corte a negro.
Todos los años se incluye alguna película independiente dentro de las nominadas al Oscar. El año pasado fue Dallas Buyers Club: El club de los deshauciados y el anterior, La niña del sur salvaje. La diferencia es que Whiplash - Música y obsesión debería ganar.