Wifi Ralph: Una clase sobre amistad.
Lo nuevo de Disney regresa con los entrañables personajes de Ralph El Demoledor (Wreck It Ralph) seis años después, pero con aún mucho que aprender.
En Ralph El Demoledor, vemos a un personaje agobiado por los uno consideraría su naturaleza intrínseca: ser malvado. El mundo lo ve como un villano y lo trata como tal, haciéndolo sentir aislado y solo. Al final, tanto Ralph como el resto de los personajes logra comprender que, a veces, la gente es más que su trabajo, más que un título y más de lo que se ve a simple vista.
Ahora, varios años después, Ralph (John C. Reilly) tiene una mejor amiga en Vanellope (Sarah Silverman) y el mundo es mucho más alegre y divertido. Pero todo puede estar por acabar cuando el juego de Vanellope se rompe y la pieza es demasiado cara en contraste con lo que el juego gana en el Arcade.
La historia nos presenta algunas novedades al principio del juego. Primero, Vaenllope está aburrida con sus pistas; segundo, su juego se rompe; tercero, el arcade se actualiza y pone internet.
Con esta conjugación de factores, tenemos un dúo de amigos que deciden adentrarse en el extraño y bizarro mundo de la Internet para salvar el juego de Vanellope y, por extensión, el hogar de todos los personajes de ese juego.
Así, el film ocurre principalmente en el misterioso mundo que es Internet para todos nosotros. Sí, misterioso, porque a pesar de que lo usamos a diario, muy pocos de nosotros entendemos como funciona en realidad. Y la representación que hacen del mismo es muy interesante. Como se ve en el trailer, se la presenta como una ciudad gigante, donde cada sitio web es un edificio y cada usuario está representado por un pequeño avatar que se ve como nosotros. Los links generan mini-vehículos que te llevan a donde quieras ir y los ad-blockers tienen forma de guardaespaldas. Es una colorida, pero a mi parecer bastante clara, explicación del formato básico que la rige.
Los conflictos vienen en olas, porque no es el mismo problema estirado para cubrir el largo de la película. No, no es ese el caso. El primer problema es encontrar la pieza para el juego. El siguiente, es conseguir el dinero para comprarla. De la mano de este, se meten en un juego para conseguir un objeto raro que les dará lo suficiente para lograrlo. Luego de fallar en ese intento, lo que sigue es obtener los suficientes likes en un video (o varios en ese caso) para ganar efectivo en un sitio estilo Youtube. Y así sucesivamente, porque ese no es el final del camino.
A nivel historia, lo interesante es el foco que se pone en la amistad entre Ralph y Vanellope. Se parte, al principio, de la idea de que ambos tienen el mismo sueño: la constancia de sus juegos. Jugar todo el día y a la noche pasarlo como quieran en su universo del arcade. Pero pronto vemos a una Vanellope que quiere más del mundo y que, una vez que entra a Internet y, específicamente, a un juego de carreras online al estilo GTA, se da cuenta de que quiere más.
El conflicto recae entonces en la inhabilidad de Ralph de aceptar que ellos no quieren lo mismo y que, quizá, ella no vaya a volver al videojuego ahora mismo. La actitud celosa y posesiva de Ralph y la realización de que sus actos lo hacen un mal amigo es buena parte del desarrollo de personajes que hace de este film interesante.
La otra mitad es el crecimiento de Vanellope, que con la ayuda de Shank (Gal Gadot), empieza a llegar a una aceptación sobre sus deseos. También su encuentro con las princesas tiene un efecto desencadenante en el descubrimiento de esta niña sobre sus deseos reales (y su canción). Sin contar que, por una vez, se les da a las princesas algo que los fans les han dado hace tiempo: ropa actual y libertad más allá de sus historias. Ellas tienen su momento de heroínas sin la participación de sus contrapartes masculinas y lo hacen con estilo.
Lo único que de a momentos le juega en contra al film es su largo, que a veces se hace notar, pero que se equilibran bastante con la presencia de escena se acción divertidas y el ya mencionado cambio constante de objetivos a cumplir.
Wifi Ralph lleva a los personajes al siguiente nivel, mostrándonos crecimiento y desarrollo y trayendo un mensaje que a veces pasas desapercibidos mientras crecemos: que alguien sea nuestro mejor amigo, no quiere decir que quiera exactamente lo mismo que nosotros. Esa es la moraleja que Ralph nos enseña en esta ocasión. Y es un mensaje que, a veces, hasta los adultos olvidamos.