El joven cineasta puneño Óscar Catacora, de 31 años, nos cuenta su historia en su primera película, la cual viene ganando prestigio: ganó en el Festival de Cine de Guadalajara (México) los premios al Mejor Director Joven, Mejor Ópera Prima y Mejor Fotografía.
Su narración es autobiográfica porque estas personas representan la figura de los abuelos maternos del director, aunque la historia se encuentra ficcionada. Los protagonistas son Willka y Phaxsi, hablan en todo momento en aymara, tiene un contacto con la naturaleza, el clima, los animales, lo cotidiano y una forma de vida.
Su desarrollo conmueve y llega al corazón, tiene el encanto de las prácticas ancestrales, esta pareja vive alejada de sus hijos, a unos 4.500 metros de altura, es sencillo, atractivo, ellos hablan todo el tiempo, tiene un buen movimiento de cámara, hay un gran manejo de la iluminación, una fotografía bellísima y con buenos planos y para contar no le hace falta música.